En el año 2017 comencé a seleccionar y rescatar de la basura distintos materiales que, generalmente, tiramos como restos de los productos consumidos, los cuales, por sus características y propiedades, son susceptibles de convertirse en materia prima para la producción de obra plástica. La acumulación de materia durante estos años ha llevado aparejado un procedimiento de organización y clasificación, atendiendo a su tipología (tipos de metales, plásticos, cartones, cristales) y posteriormente, la indagación sobre su naturaleza física y química, con el fin de establecer un sistema de reciclado específico y metodologías de intervención para cada material. Este proceso, nace bajo la conciencia sobre los diversos problemas socioambientales que precisan ser tenidos en cuenta: recursos naturales agotables y acumulación de basura a nivel planetario; fragilidad productiva a gran escala; hiperdependencia de la energía y del combustible fósil y los innegables cambios climáticos; o aceleración de cualquier proceso debido a los avances tecnológicos y genéticos que delimitan fronteras (de espacio, tiempo y lenguaje), que genera una reflexión y un cambio de actitud desde mi producción artística; donde desarrollo una nueva sensibilidad con respecto al uso de materiales, a las repercusiones sociales de los proyectos artísticos en relación al gasto de material y contaminación de los procesos técnicos, y sobre todo, comienzo a elaborar un discurso crítico donde analizo la lógica defectuosa del crecimiento perpetuo del sistema capitalista, su relación con el mundo del arte, y las peligrosas estrategias posfordistas que llegan a manipular todas las esferas del sistema social, hasta apropiarse del propio concepto de crítica ecológica, cuyos valores y discurso se transforman en un medio de control biopolítico y un generador de nuevos beneficios.
Diogénesis -palabra ideada para dar nombre al proyecto; una conjunción entre Diógenes y génesis que remite a la investigación sobre el origen del Síndrome de Diógenes en la sociedad contemporánea- es una propuesta que parte desde la reflexión sobre la acumulación individual de material físico y virtual que socialmente se considera basura, y propone los procesos creativos como una estrategia de resistencia y análisis acerca de la producción de los objetos del arte y su relación con el sistema de profusión objetual que rodea la sociedad de consumo actual. La analogía directa que existe entre la producción de basura y la de objetos artísticos; su sistema de manufactura, consumo y posterior deshecho; es un paralelismo que nos remite a una fisura conceptual en el sistema de las imágenes y objetos del arte, recordándonos, que en el centro del discurso sobre el arte contemporáneo existe un modelo de crecimiento que favorece un sistema económico insostenible. Una crítica conceptual a la primacía de los objetos del arte como productos de consumo, que implica cuestionar el estatus sacrosanto del objeto artístico como el mayor valor civilizador y problematiza la creencia de que las obras de arte se crean y conservan para toda la eternidad.
Con estas premisas, a partir del reciclaje como un mecanismo de actuación, y la creación del objeto artístico con materiales de desecho, además de explorar las fracturas epistemológicas desde la naturaleza de la materia prima y establecer una experimentación plástica de la aplicación de esos cuantiosos recursos materiales a la práctica artística, la acción creativa se presenta como una opción disruptiva del proceso de producción-consumo-desecho capitalista. Una transfiguración de la «basura» en imágenes y objetos hiperestéticos y diseñados, donde ya no es reconocible un pasado residual, convertidos en artefactos susceptibles de formar parte del mundo del arte, y que desvelan, en una segunda lectura consciente de su génesis, a través de una estética formal y un orden constructivo, de la reconstrucción y reorganización de la acumulación material, la intensidad con que la producción se transforma en un desecho inmanejable. Un orden mental, físico y perceptual, que intenta hacer consciente el caos normalizado de basura que nos invade y que reflexiona sobre la memoria contemporánea como pérdida o desecho.